Intervención completa de Carlos Salvador en la reforma de la Lorafna

Sr. Presidente, Señorías, permítanme que inicie mi intervención saludando a las autoridades y representantes políticos navarros que hoy nos acompañan desde la Tribuna.

Para ellos, para todos los ciudadanos Navarros y, para los que aquí los representamos en la sede de la soberanía nacional, debatir una reforma del AMEJORAMIENTO del FUERO, constituye, sin duda, un día importante.

Una reforma legislativa Señorías, tramitada con escrupuloso respeto al procedimiento pactado y absoluta lealtad a la Constitución Española.

Un procedimiento, que ha requerido: negociación y acuerdo previo de los representantes de las administraciones del Estado y de la Diputación Foral de Navarra; aprobación de la propuesta de dicho acuerdo por el Parlamento Foral;  y sometimiento de la citada propuesta a su aprobación por las Cortes Generales como Proyecto de Ley Orgánica por el procedimiento de lectura única.

El cuerpo de la reforma, recoge las modificaciones que acordó, en su día, la Comisión Negociadora Navarra-Estado:

– la Ampliación del plazo de la nueva legislatura a cuatro años en caso de disolución anticipada del Parlamento de Navarra por parte del Presidente;

– la  introducción de la figura de los Decretos-leyes Forales;

– la actualización de las funciones de la Cámara de Comptos,

– el establecimiento de un nuevo régimen para la autorización de los Convenios de Navarra con el Estado y con las CCAA;

– la introducción de dos instituciones creadas y en funcionamiento con posterioridad a la redacción originaria del Amejoramiento

Y en cuanto a las Facultades y competencias de Navarra :

– la adecuación de cierta terminología del año 1982 a la actualmente usada en el ordenamiento jurídico vigente,

– la introducción de una expresa referencia al Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Navarra y a la Fiscalía Superior de la Comunidad Foral de Navarra,

– una nueva regulación de la actuación exterior de la Comunidad Foral y sus relaciones con la Unión Europea y de las funciones de la Junta de Cooperación.

Y, por último,  la derogación de cuatro disposiciones transitorias obsoletas.

Señorías, actualizamos el Amejoramiento del Fuero para reforzarlo. Y lo hacemos mediante una reforma que, en modo alguno “pretende poner burocracias a las diferencias”.

El Amejoramiento, señorías, constituye la expresión político-jurídica máxima de la personalidad del pueblo navarro. El núcleo de su singularidad política e institucional.

Contiene las bases de nuestro autogobierno; define las instituciones fundamentales de la Comunidad Foral, reintegra el más completo y dinámico mapa de competencias propias, y renueva las condiciones del histórico y tradicional pacto de lealtad de la Comunidad Foral con el resto de la nación española.

Autonomía foral, enmarcada  naturalmente dentro los límites que consagra la Constitución Española, ejercida con responsabilidad y solidaridad, y que es querida y defendida como un instrumento útil para conseguir mayor progreso y bienestar.

El fuero navarro constituye también un instrumento, original y flexible, conciliador por naturaleza, que huye de la confrontación permanente, y cuya finalidad consiste en servir de cauce para resolver de forma positiva, con imaginación y lealtad, los conflictos dimanantes de un estado autonómico vivo y complejo.

Los navarros hablamos del fuero como fuente, y garantía, de derechos. Pero no estaríamos realizando un acercamiento correcto a la esencia de este instrumento, si no añadiéramos que, para los navarros, el fuero fija igualmente el cuerpo fundamental de los deberes políticos con y de Navarra. Sólo así podemos defenderlo con justicia y ecuanimidad.  Deber de respetarlo, conservarlo, “amejorarlo”, como decimos los navarros. Deber, en definitiva, de entregarlo a las futuras generaciones manteniendo su contemporaneidad, su viveza y su utilidad al servicio del bien común, de Navarra y de España.

España, señorías, quedaría incompleta sin Navarra, y Navarra, quedaría huérfana sin España.

Así, para nosotros: el pacto y la lealtad debida a los acuerdos firmados; la palabra dada; la búsqueda de espacios de colaboración; el construir juntos un futuro común, pretenden seguir siendo los principios rectores de nuestra conducta, que hoy queremos reafirmar.

La historia, la tradición pactista refrendada en la carta magna y la voluntad del pueblo navarro de querer ser y existir de forma autónoma e integrada, constituyen los soportes que confieren legitimidad a la arquitectura político-institucional de nuestro régimen foral.

Nuestra voluntad de seguir siendo políticamente navarros sin renunciar a ninguna de las influencias históricas, culturales, lingüísticas, que forman nuestra rica personalidad…. desde la unidad, la solidaridad fraterna y la libertad con el conjunto de la nación española.

Cito expresamente la libertad porque no debemos olvidar nunca que, desde hace mucho antes de que se aprobara el Amejoramiento del Fuero, hace ahora 28 años, Navarra -como el resto de España- ¡pero especialmente Navarra! ha vivido bajo la amenaza terrorista de los que jamás, jamás, respetaron nuestra singularidad política, nuestro Amejoramiento, ni mucho menos nuestra adhesión a la nación española.

En todo este tiempo, (más de 50 años) el terrorismo etarra y quienes desde las distintas instituciones les apoyaron,  han mantenido el chantaje y la coacción para quebrar nuestra voluntad política y para impedir que ejerciéramos libremente nuestro sentimiento y legítimo derecho de ser navarros y de ser españoles.

Por todo ello,  desde UPN damos la bienvenida a esta actualización  y solicitamos el apoyo de los distintos grupos en el ánimo y el convencimiento de que esta reforma del Amejoramiento vivificará su utilidad y contribuirá -como hasta ahora lo ha hecho eficazmente- al bienestar y al progreso de todos.

Muchas Gracias.

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